Cambiar el tejido perimetral por varios motivos, principalmente, por la seguridad de nuestros niños.
Debido a que el tejido ahora colocado tiene varios años, todos los fines de semana entran personas, a robar, a pasar el momento o romper (cómo sucedió con la huerta). Fue reparado varias veces pero lo vuelven a romper. Incluso en las jornadas en la que estamos todos debemos atar bicicletas y motos porque han entrado a robarlas.
Nuestros chicos van a estar más seguros y los vecinos que nos llaman todos los fines de semana avisando que hay extraños dentro del predio, van a estar más tranquilos.
No tendremos aportes.
La Secretaría de obras públicas dio factibilidad positiva a este proyecto.